23 jun 2007

Esta no se la esperaban!!!

Hace un tiempo atrás conseguí un CD que se llama "Tango? When Electronica Meets Tango".
La verdad que el disco es BASTANTE rescatable, bah a mi particularmente me gusta la onda FUSIÓN entonces no me tomen de parámetro. En ese CD hay un tema que se llama EL TANGO, según figura en el CD la música es de Astor Piazzolla porque la letra es un poema de Borges. Eso es para confirmar que "LO MEJOR, LE GUSTA HASTA AL PEOR."

Gentes le dejo la poesía para que la lean.
Un abrazo.



EL TANGO

¿Donde estarán? pregunta la elegía
de quienes ya no son, como si hubiera
una región en que el Ayer pudiera
ser el Hoy, el Aun y el Todavía.

Donde estará (repito) el malevaje
que fundo en polvorientos callejones
de tierra o en perdidas poblaciones
la secta del cuchillo y del coraje?

Donde estarán aquellos que pasaron,
dejando a la epopeya un episodio,
una fabula al tiempo, y que sin odio,
lucro o pasión de amor se acuchillaron?

Los busco en su leyenda, en la postrera
brasa que, a modo de una vaga rosa,
guarda algo de esa chusma valerosa
de los Corrales y de Balvanera.

Que oscuros callejones o que yermo
del otro mundo habitara la dura
sombra de aquel que era una sombra oscura,
Muraña, ese cuchillo de Palermo?

Y ese Iberra fatal (de quien los santos
se apiaden) que en un puente de la vía,
mato a su hermano el ñato, que debía
mas muertes que el, y así así igualo los tantos.

Una mitología de puñales
lentamente se anula en el olvido;
una canción de gesta se ha perdido
en sórdida noticias policiales.

Hay otra brasa, otra candente rosa
de la ceniza que los guarda enteros;
ahí están los soberbios cuchilleros
y el peso de la daga silenciosa.

Aunque la daga hostil o esa otra daga,
el Tiempo, los perdieron en el fango,
hoy, más allá del tiempo y de la aciaga
muerte, esos muertos viven en el tango.

En la música están, en el cordaje
de la lenta guitarra trabajosa,
que trama en la milonga venturosa
la fiesta y la inocencia del coraje.

Gira en el hueco la amarilla rueda
de caballos y leones, y oigo el eco
de esos tangos de Arolas y de Greco
que yo he visto bailar en la vereda,

en un instante que hoy emerge aislado,
sin antes ni después, contra el olvido,
y que tiene el sabor de lo perdido,
de lo perdido y lo recuperado.

En los acordes hay antiguas cosas:
El otro patio y la entrevista parra.
(Detrás de las paredes recelosas
el Sur guarda un puñal y una guitarra.)

Esa ráfaga, el tango, esa diablura,
los atareados años desafía;
hecho de polvo y tiempo, el hombre dura
menos que la liviana melodía,

que solo es tiempo. El tango crea un turbio
pasado irreal que de algún modo es cierto,
el recuerdo imposible de haber muerto
peleando, en una esquina del suburbio.

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